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MGMT / Congratulations

Los californianos siguen huyendo del two hit wonder con un trabajo abrumador

Debo ser de las pocas personas que terminaron hasta el moño de Time to pretend, junto a Kids la canción más célebre de MGMT, incluidas ambas en su anterior trabajo, Oracular Spectacular (2007). Supongo que tan hartos como yo de que sólo les recordaran por una o dos canciones, decidieron que su siguiente trabajo no tendría ningún single destacado sino que se trataría de un disco conceptual, que se escucharía de principio a fin, y en el que todas las canciones destacarían al mismo nivel.

No me extraña. Precisamente su trabajo de debut fue considerado por muchos medios británicos como el Mejor álbum del año 2008 (lo que más de uno consideró un hype en toda regla), por lo que parece que precisamente han querido huir de ese éxito instantáneo. Y es que Congratulations (Sony Music, 2010) es un disco que probablemente se pinchará mucho menos que sus anteriores éxitos, pero a la vez un trabajo sobre el mundo de la música y de la fama mucho más cohesionado e interesante a priori.

Y es que, aunque no tenga grandes singles, aunque no recuerde ni remotamente al disco anterior, aunque todo sea bastante diferente, Congratulations es un caramelo. Una joyita a la que cuesta acceder pero en la que, una vez dentro, todo se convierte en espirales decadentes hacia un mundo más ácido, explosiones de rock inusitadas, luminosidad pop a lo Zombies, letanía destructiva y melancólica y sintes cuasi espaciales que transportan a algún lugar tan cotidiano como remoto. Todo un universo retro que se convierte en un poco de aliento para un mundo convertido en ansiedad y prisas, un paréntesis. Letanía abandonada.

Sí, amigos. Desde esa introducción guitarrera de It’s working ya queda claro que estamos ante un buen trabajo. Se trata, al fin y al cabo, de una canción redonda que deja claro qué es lo que nos espera después. Cuerdas, baterías ásperas, ecos imposibles, coros por doquier,… Excelente sin duda la producción para la que han contado con el incansable Pete Kember (Sonic Boom, Spacemen 3) que ha logrado darle a la banda un sonido tan añejo como contemporáneo, sin perder la esencia, y con ese toque clásico que impregna las nueve canciones de Congratulations.

Y si bien es cierto que su single de adelanto, Flash Delirium, ha sido recibido por muchos como un tremendo varapalo, se trata de un tema potente, in crescendo, que se va pegando como una lapa cuando van aumentando las escuchas, y que se convierte en una adictiva canción que termina poco menos que como un himno desordenado, rebosante de optimismo, surrealista y complejo. Por cierto, imprescindible el fantástico y divertidísimo videoclip de presentación.

También hay en Congratulations infinidad de referencias a la música pop. El segundo corte del álbum va para Dan Treacy, de Television Personalities, y también aparece una bonita pieza instrumental para Lady Gaga (Lady Dada’s Nightmare), un pasaje que empieza como un idílico sueño con pianos y cuerdas y que poco a poco se convierte en una atronadora pesadilla con baterías y guitarreo en la que termina apareciendo hasta un arpa.

No son las únicas referencias. En otro de los temas hacen una especie de homenaje, cuasi paródico, del productor Brian Eno, donde sueltan perlas como “seguí los sonidos de una catedral, imagina mi sorpresa cuando descubrí que estaban producidos por Brian Eno”, o “siempre estamos un paso por detrás de él, él es Brian Eno”. A la letra, sin desperdicio, se une la melodía, intensa, hiperactiva, adictiva y pegadiza hasta la médula.

Y ojo, porque hay en Congratulations una pieza, Siberian Breaks, que es droga pura. Doce minutos épicos de variaciones, investigación, y un poco de electrónica, donde se van mezclando sonidos y estilos a través de una letra tan críptica como poética. Cuando termina la canción, no tendremos muy claro si hemos escuchad0 una canción de doce minutos, si fueron cuatro de tres, o un disco entero dentro de otro disco.

Pero hay más, mucho más. Y es que aunque sólo haya nueve pistas en este álbum, no hay una sola que tenga desperdicio. Song for Dan Treacy es un divertimento profundo a la par que Someone’s missing es una balada misteriosa. En I found a whistle explosionan los coros en una canción optimista y sencilla que acrecenta las ganas de vivir. El disco se cierra con Congratulations, un tema pausado que da nombre al álbum y que se escucha como una reflexión final. Una vuelta a la calma sosegada después de semejante explosión pop.

Sin prejuicios. Sin consideraciones previas. Sólo con ganas de escuchar música, de la buena, se disfrutará este Congratulations. Un excelente trabajo que confirma que MGMT tienen mucho que decir, más allá de un par de singles potentes.

Publicado originalmente en la revista Koult.

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